Fue la segunda ceremonia para ocho licenciados de distintas universidades del país que figuran en las nóminas de detenidos desaparecidos y ejecutados políticos del Informe de la Comisión de Verdad y Reconciliación.

En una emotiva ceremonia, Emilio Salinas Tohá, nieto del ex ministro del Interior José Tohá González, recibió el título póstumo de su abuelo, junto a los familiares de Silvio Vicente Pardo Rojas, de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso; Fernando Álvarez Castillo y Jaime Eltit Spielmann, de la Universidad de Concepción y a Littre Quiroga Carvajal, Héctor Mario Silva Iriarte, Fernando Abraham Valenzuela Rivera y Guillermo Osvaldo Vallejos Ferdinand, egresados de la Universidad de Chile, al igual que José Tohá.

A la actividad asistieron la ministra de Interior, Carolina Tohá, junto a sus hijos Emilio y Matilde; el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Luis Cordero; la presidenta de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos (AFEP), Alicia Lira; la rectora de la Universidad de Chile, Rosa Devés; el rector de la Universidad de Concepción, Carlos Saavedra; el Fiscal Nacional, Ángel Valencia; la presidenta del Tribunal Constitucional, Nancy Yáñez; el Defensor Nacional, Carlos Mora y el presidente del Colegio de Abogados, Ramiro Mendoza, entre otras autoridades.

El presidente de la Corte Suprema, Juan Eduardo Fuentes, destacó que “este reconocimiento, junto con ser extraordinario por las razones ya expresadas, es también un hito singular y trascendente, pues, por una parte, hacemos entrega del título de abogado a quienes lamentablemente no pueden estar presentes, ni prestar a viva voz el juramento o promesa ni desempeñar la profesión que hoy solemnemente se les reconoce; y por otra, realizamos este acto a modo de reparación que, además de su marcado simbolismo, es un paso concreto para cumplir en forma cabal ese objetivo de carácter reparatorio, tanto para las personas directamente afectadas, como para sus familiares y la sociedad en su conjunto”.

Agregó que para la reparación “se requieren también pasos concretos de otro orden que, desplegados dentro de las competencias legalmente establecidas, hagan posible realzar la importancia de respetar y garantizar los derechos y valores esenciales para toda persona y sociedad, del que fueron privados quienes hoy investimos como abogados (…) ritos como estos tienen un enorme impacto social, pues robustecen la democracia, el Estado de Derecho y el respeto de los derechos fundamentales, objetivos centrales que dan sustento y sentido a todas las instituciones públicas y, desde luego y muy esencialmente, al Poder Judicial”.

Tras la entrega del título a su hijo Emilio, la ministra Carolina Tohá destacó que “este homenaje significa que las instituciones del Estado, que tanto fallaron en la época, están haciendo un esfuerzo por reparación. Es la entrega a nuestros familiares que no concluyeron la tramitación de sus títulos pero que fueron personas que trabajaron por la justicia toda la vida. La justicia les falló en el momento clave y hoy día, en este acto reparatorio, también se hace un esfuerzo por ponerse al día en ese camino que es tan largo, que es sanar esas heridas tan profundas que tiene nuestra sociedad y que tenemos las familias que directamente perdimos a nuestros familiares”.

La decisión de entregar estos títulos se adoptó luego de recibir una nueva solicitud de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos y del Colegio de Abogados de Chile y considerando que el tribunal pleno decidió el 11 de enero de 2022 “otorgar, a modo de reparación y en forma extraordinaria, el título de abogado póstumo a quienes cumplan con el requisito de haber obtenido el grado de Licenciado en Ciencias Jurídicas y Sociales antes de su desaparición y/o ejecución, como también a quienes obtuvieron dicho grado en forma póstuma en sus respectivas universidades”.

En la primera ceremonia especial, la Corte Suprema otorgó en noviembre de 2022 los títulos de abogados y abogada a los familiares de los detenidos desaparecidos Cecilia Gabriela Castro Salvadores y Germán Rodolfo Moreno Fuenzalida; y de los ejecutados políticos Patricio Munita Castillo, Juan Ramón Soto Cerda y Marco Orlando Letelier del Solar, quienes obtuvieron su grado de licenciado de manera póstuma en la Universidad de Chile.